19 AL 21 DE OCTUBRE DE 2018

GRAN HOTEL CIUDAD DE MÉXICO | CDMX, MÉXICO

Jornadas NEL

Jornadas NEL

 

LaLeo #27

Editorial

Por: Ana Viganó

A menos de 1 mes de nuestro anhelado encuentro en la Ciudad de México, este boletín nos presenta variadas aristas de la preparación que venimos haciendo como Escuela tanto los miembros como los asociados y amigos de la misma que no dejan de contribuir y conversar en las distintas ciudades acerca del tema que nos convoca ¿Qué madres hoy? Vicisitudes en la experiencia analítica.

Contamos por fin con los títulos de las 2 conferencias que nuestra invitada internacional Marie-Hélène Brousse dará el día viernes 19 de octubre en el Gran Hotel Ciudad de México. Títulos por demás atractivos y provocadores de un trabajo que será sin dudas de resonancias duraderas.

Con mucho gusto anunciamos... 

Primera conferencia: Vaciar la madre 

Segunda conferencia: Madres públicas, mujeres secretas

No nos pasa por alto que el primer título en francés, Vider la mère, tiene un juego de palabras basado en la homofonía madre-mar muy poético y generoso en resonancias epistémicas y especialmente clínicas! Casi un imposible, una tarea que parece inagotable, que se cuela, marea, imparable... y que será pivote central de esta participación de Marie Hélène Brousse pero más aún de las vicisitudes de la experiencia de cada analizante, en cada cura.

Contamos en este boletín con la reseña que Vianney Cisneros nos comparte de lo que fue la Conferencia dictada por Gisela Cordido en la Ciudad de México y que fue trasmitida para toda la NEL. "Locura materna... Un goce ilimitado, hoy" nos regala también el sesgo de lo ilimitado que señalamos, bajo la perspectiva de la locura materna, y propone al psicoanálisis como el instrumento que puede hacer con eso de una manera inédita, pues ubica la convergencia fatal de la locura y lo materno allí jugado con la deriva del goce femenino en tanto ilimitado.

Seguidamente Eugenia Varela desde el otro lado del océano, nos hace llegar un trabajo que pone en tensión el deseo de la madre, los deseos y los derechos de hombres y mujeres. El inicio me parece de una gran potencia para pensar este asunto analíticamente: "Para nosotras, las mujeres, pero no para todas..."  Las mujeres como parte del conjunto de esos "extranjeros" de "raza diferente" serán analizadas con la lente del "acto civilizador de Freud" y con el acto, más analítico en nuestra opinión, de Lacan: una operación que centra la escena en el anudamiento entre el deseo, el amor y los goces que la habitan.

Paula Del Cioppo nos aporta una lectura oportuna de una realidad muy dolorosa tanto en México como en varios países de América Latina. La desaparición forzada de personas es un flagelo que repudiamos y que, sabemos, horada de manera profunda el tejido social en cualquier circunstancia. En este caso, se destaca la participación de las madres en la búsqueda de sus hijos desaparecidos, vivos en el mejor de los casos. O de sus cuerpos, en el peor. ¡Hábeas corpus! El día de la madre, transformado en una jornada de lucha, es presentado aquí para recordar esas otras madres hoy.

Finalmente, las X Jornadas coinciden con una fecha especialísima en México, cargada de tradiciones y significados que atraviesan el país de cabo a rabo, y del que nuestros visitantes podrán apreciar muchas demostraciones. La comisión de turismo atenta a ello, nos acerca unas pinceladas del Día de muertos, su importancia y algunas formas de disfrutar de su riqueza en el mes de octubre.

Nos vemos muy pronto! Los esperamos con entusiasmo! La hora se acerca y aguardamos con mucha alegría las campanadas de inicio.

 

Buena lectura!

Comisión LaLeo: Ana Viganó (Responsable), María Victoria Clavijo, Gladys Martínez



En este número:
 

1.Recorridos
Reseña de la Conferencia Internacional "Locura materna… Un goce ilimitado, hoy" dictada por Gisela Cordido.
Por: Vianney Cisneros, amiga NEL-Ciudad de México

2. "El deseo de una madre, y la necesidad de hacer resonar los derechos del hombre y la mujer"
Por: Eugenia Varela. Miembro de la ECF

3. "El otro Día de la Madre"
Por:  Paula Del Cioppo. Asociada NEL-CdMx

4. Turismo
Día de muertos 

 


Recorridos

Reseña de la Conferencia Internacional "Locura materna… Un goce ilimitado, hoy" dictada por Gisela Cordido.
 


Por: Vianney Cisneros, amiga NEL-Ciudad de México

El pasado 4 de septiembre, la NEL CDMX tuvo el placer de recibir a Gisela Cordido, psiquiatra y analista practicante de Caracas, miembro de la NEL y de la AMP, quien presentó la conferencia "Locura materna… un goce ilimitado" como parte de las actividades de preparación para las X Jornadas de la NEL ¿Qué madres hoy?, enlazando temas como locura, goce femenino y maternidad de forma condensada, rica en referencias teóricas y clínicas que permitieron a quienes recién se aproximan una panorámica de los ejes en estudio, y al mismo tiempo, para aquellos que se han enfocado en el análisis de la temática fue posible elaborar no sólo el eje 3  ¿Locura Materna?, sino eslabonar elementos de los otros ejes propuestos para éstas Jornadas. 

Tomada de la mano del Argumento, Gisela inicia su exposición con la locura, recorriendo distintos momentos de la enseñanza de Lacan desde Aimée hasta Joyce, enfatizando la cita de Alocución sobre las psicosis del niño, donde la locura es descrita como "la compañera más fiel que sigue su movimiento como una sombra, considerando que el ser del hombre no puede ser comprendido sin la locura, no sería el ser del hombre si no portara en sí la locura como un límite a su libertad". Gisela resalta el aforismo lacaniano "todo el mundo es loco, es decir, delirante", señalando que la estructura del ser hablante tiene cierta relación con la locura. Teje con este elemento otro punto del argumento, el goce femenino, fundamental para dar cuenta de lo que ocurre en la maternidad como ocasión en la  que puede presentarse el goce femenino ilimitado. 

En ese sentido, destaca que "no podemos hablar de la maternidad dejando afuera a la mujer, se trata de  poder preservar el lugar del deseo que la hace mujer en la maternidad,  que  se  preserve  el     no-todo del deseo femenino, que no reprima en la madre su ser de mujer y que pueda desear más allá del hijo, siendo la posibilidad de inscribirse como no-toda y también de poder inscribir al niño como no-todo.  En otras palabras, que ese goce femenino no regulado, ese exceso, lo loco como lo llama Miller, que además ella desconoce, no sea alojado en el niño. Siendo esencial que exista para la madre otro que no sea el hijo, es decir, el partenaire como mediador de ese goce que está más allá de ella misma". Gisela destaca que lo verdadero de una mujer se mide por su distancia subjetiva de la posición de la madre, retoma palabras de Miller: una madre solo es suficientemente buena si no lo es demasiado.  

Utiliza la figura de Medea trabajada por Lacan, mostrando como en su acto una mujer puede llegar a tener acceso a un goce que excede la regulación fálica y también nos enseña como la maternidad no protege del real que está en juego en ese goce Otro de la sexualidad femenina. Resalta que para Lacan no es otro que la pulsión de muerte como inherente al goce femenino con serias consecuencias para la madre y el hijo. 

Retoma del argumento:  "la locura materna tiene que ver con la fatal convergencia de la maternidad con lo ilimitado del goce femenino, que puede emerger tanto en la locura neurótica como en el desborde psicótico".  

A través de su experiencia clínica y destacando la singularidad de cada caso describe consecuencias de la maternidad en la psicosis que al no poder simbolizar al hijo que lleva en su vientre pueden presentarse tales como el desenganche psicótico, percibir al hijo como algo ajeno a ella, como un cuerpo extraño, sembrado o depositado, dificultad para tolerar los cambios en el cuerpo llevando a intentos de interrupción y finalmente, la dificultad para los cuidados del hijo que dan lugar al descuido, maltrato, abandono y hasta la muerte de éste. Ubica también dentro de las consecuencias en la psicosis de la locura materna, el uso del hijo para una construcción delirante, generalmente en una identificación imaginaria con el significante del nombre del hijo.  Por último, plantea el Empuje a la Mujer en la forma de erotomanía.  

Gisela destaca "el psicoanálisis como instrumento que permite efectuar una lectura analítica de la locura materna como resultado del goce femenino, lo cual se ha facilitado porque la caída del padre ha puesto al descubierto lo que los semblantes velaban, apareciendo lo sin ley, sin regulación fálica, se trataría de poder dar cuenta en cada caso, más allá del falo, más allá del tener, si es el propio goce el que comanda  ese exceso". Menciona a las madres demasiado, demasiado buenas, atentas a que no falte nada, toda para el niño y por el niño, la madre perfecta, que puede convertirse en una madre inalcanzable; la madre abnegada con preocupación excesiva, con abandono del resto de sus ocupaciones que puede conducir al imposible de soportar y a la desesperación.

Para concluir su exposición propone el trabajo de investigación con el partenaire-ciencia en su relación con  el goce femenino, esbozando en estas manifestaciones el papel fundamental del superyó y el amor como líneas a pensar en este eje. Por todo lo expuesto, el recorrido de Gisela Cordido nos brindó claridad a ésta pregunta planteada como línea de trabajo, invitando a continuar investigando en transferencia de trabajo con la Escuela por lo que agradecemos su transmisión y generosidad con la NEL CDMX.  




"El deseo de una madre, y la necesidad de hacer resonar los derechos del hombre y la mujer "
 

Por: Eugenia Varela. Miembro de la ECF

 

Para nosotras, las mujeres, pero no para todas, la falta esta inscrita de entrada y por ello tenemos una mayor libertad frente al deseo y a la castración. La situación de las mujeres en algunas partes del mundo es dramática, sin derechos y obligadas a casarse desde su mas temprana pubertad, cuando no de niñas, en los países donde existe el fanatismo religioso musulmán.  

En Francia el Consejo de Estado validó, desde el 2012, la supresión del término "señorita" pues esto suponía que una mujer a una cierta edad debía estar ya casada, el término mismo dejaba pasar la obligación moral, religiosa y biológica que tenia toda mujer de estar casada a una cierta edad y también por supuesto que debía dar hijos sin chistar, de lo contrario caería sobre ella el nombre despectivo de "señorita", lo cual era asimilado a mujer sola, un poco loca y sin hijos.  Francamente nos hemos liberado de esas ataduras, en Colombia desde fines de los 70's participé con un grupo de jóvenes amigas y profesionales, en un movimiento feminista con mujeres adultas, abogadas, destacadas a nivel nacional.  Modificamos la legislación sobre la mujer, una mujer que se separaba, -no existía el divorcio-, era puta, comunista y perdía el derecho a tener la guarda de sus hijos. 

Entrevistamos a lo largo y ancho del país, mujeres de todas las clases sociales, que hicieron testimonios de su vida cotidiana y publicamos en una revista de circulación nacional.   Revisamos a la lupa las relaciones sociales, en ese momento de la historia y del poder político, lo que dio mucho oxígeno a la relación entre los sexos, pues los derechos fundamentales fueron defendidos para ellas y para ellos, sin excepción. Defender esta posición fue interpretado por algunos como odio hacia los hombres, tanto por mujeres como por hombres, puesto que no soportaban que las mujeres defendieran sus derechos, lo cual era una herejía mayor pues se sospechaba que había algo que no era" normal".  Otras se liberaron de muchas servidumbres, como la de ser "amas de casa" además del resto que era tomado como una serie de obligaciones: vida profesional, ser buenas madres, buenas esposas y una buena performance en la vida sexual.  Otros aprendieron que una mujer no estaba allí para servirles, sino que era una persona que merecía respeto, amor y amistad. Las mujeres tendrían el derecho de asegurar su existencia, de manera independiente y la libertad con su cuerpo de seres hablantes, contra el abuso de la fuerza y de la tradición religiosa. 

Cabe señalar la importancia capital de hacer resonar, una vez mas, en el siglo XXI, los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano, puesto que estos derechos se despliegan mas allá del derecho a la palabra. El cuerpo del ser hablante se desplaza, piensa, habla en voz alta, se exprime por la escritura, hace asociaciones, elige su orientación sexual y su estatuto civil, derechos que son las libertades contemporáneas de un cuerpo individual. Dada la fragilidad de los lazos sociales y la poca autoridad que se le reconoce a los políticos, las situaciones políticas de los Estados están al borde de la crisis, sin salidas muy claras, aparte de la de "amárrense los cinturones que la imposición de impuestos que se viene entrara cada vez mas en su canasta familiar". 

La libertad de la palabra es una condición necesaria pero no suficiente para decir que una persona goza de los derechos fundamentales, puesto que la persona puede estar prisionera o amedrentada, o sometida a reglas sociales y prejuicios, sin que esto le impida hablar. Hay que ir, mas allá del bien y del mal, para defender los derechos inalienables de hombres y mujeres, que son los derechos de los cuerpos hablantes, mas allá de los accidentes fortuitos de la vida individual.  No existe una lengua única sino en los países totalitarios donde el populismo pide hablar y hacer como un solo hombre, con el discurso del amo. Algunos, a lo largo de la historia, han hecho tentativas de crear la lengua única, no sin resultados terroríficos o delirantes, como en los movimientos nacionalistas que no son solo las afiliaciones a partidos políticos, sino una relación al cuerpo y a la lengua, que provoca estragos y crímenes contra la humanidad, como lo hemos presenciado con el tratamiento que se ha dado a los inmigrantes o con los 43 estudiantes desaparecidos en  Iguala. 

Las mujeres fuimos durante siglos parte de esos "extranjeros", de raza diferente, lo que ha cambiado radicalmente con el psicoanálisis, que reconoce en cada una, un modo de gozar diferente. El acto civilizador de Freud en relación con las mujeres fue el de nombrar el deseo de una madre por su hijo, como el deseo del falo propio de una mujer, deseo que sufre de los avatares de su realización como falla y del goce pulsional siempre en falta, en el síntoma o en el objeto del fantasma que puede ser un hijo para su madre.  Para Lacan, quien aborda y elabora, mas allá,  la posición freudiana sobre la mujer y su sexualidad, la maternidad es real, las palabras faltan para decir esta experiencia que es Otra satisfacción, se trata de un goce del cuerpo   enigmático  e imposible de simbolizar,  pero que por la vía del amor de una mujer por su hijo, ya sea que haga de su hijo su síntoma o el objeto de su fantasma  hace lazo con el Otro de la palabra y del lenguaje cuando ella interpreta sus balbuceos, introduciendo al pequeño al campo de la demanda, del deseo y transmitiendo una marca de goce, puesto que el inconsciente es transindividual.  Hablamos de la maternidad acá, como una forma del goce femenino y del deseo que no es el retoño de una transmisión biológica que perduraría por filogénesis, debido a su pertenencia a una especie biológica. 

El psicoanálisis da un lugar a este deseo materno, a esa marca que extraemos en un análisis como un trozo de real, cuando una persona habla en el dispositivo de un análisis.  Por ello el psicoanálisis y la Ilustración francesa tienen una relación topológica, donde lo exterior sale del interior y donde es necesario que los derechos fundamentales estén por fuera de cualquier eventualidad histórica o política y sean considerados "naturales" si y solo si, son tomados como los derechos imprescriptibles de los cuerpos hablantes de los hombres y de las mujeres, para asegurarles el desarrollo de sus facultades, la conservación de su existencia y la libertad, cualquiera sea la diferencia de sus fuerzas físicas y morales, teniendo cada uno igualdad de derechos que la sociedad debe garantizar contra el abuso de la fuerza. La libertad es entonces el poder que pertenece a los hombres y a las mujeres de ejercer, a su gusto, todas sus facultades.   

 




"El otro Día de la Madre"


 


"De 2007 a la fecha han hallado 3 mil 926 cuerpos en mil 307 fosas clandestinas.Esto tiene que parar."

 Rafael Barajas, EL FISGÓN.

 



Por:  Paula Del Cioppo. Asociada NEL-CdMx

El 10 de mayo de 2018, mientras el jefe de Estado y los candidatos presidenciales enviaban saludos a las madres por las redes sociales, en el cruce  de la Av. de los Insurgentes y Paseo de la Reforma, haciendo honor al significado  de los nombres propios, cientos de mujeres y hombres se congregaban para iniciar la VII Marcha por la Dignidad Nacional. Y es que desde hace una década para muchos mexicanos el Día de la Madre   dejó de ser una celebración para convertirse en una jornada de lucha.  Habitualmente,  la movilización parte del emblemático Monumento a la Madre y concluye en el Ángel de la Independencia,  dotando de un sentido vivo  a las columnas y las estatuas. 

Así, en medio de negación del problema de la desaparición de personas en el país, las madres de las víctimas se apropian del espacio público para exigir a las autoridades la búsqueda y presentación inmediata de sus hijos, el castigo a los responsables y, paradójicamente, que se apliquen la Ley General de Víctimas y la Ley General en Materia Desaparición de Personas, lo que revela que el Estado  no tiene ni la voluntad ni la capacidad para implementar los instrumentos ya existentes, permitiendo que los buscadores sean re-victimizados, los caídos de la "Guerra contra el narcotráfico" criminalizados y que los desaparecidos permanezcan en la nebulosa.   Cabe destacar que desde su utilización de manera selectiva durante la llamada "Guerra sucia"  hasta su generalización en la actual guerra anti drogas, en México la desaparición de personas ha quedado en el olvido.  Por ello las madres tienen un papel transcendental al denunciar que los desaparecidos  "nos faltan a todos", es decir, que la guerra es un problema de toda la sociedad mexicana y no sólo de algunos. 

Desde hace cinco décadas en América Latina, el impulso primario de las Madres de Plaza de Mayo y, seguidamente, de colectivos análogos en otros países de la región,  provocaron reflexiones en torno a las características de los movimientos sociales  que se articulan  a partir del significante "madre". En primer lugar, se ha destacado lo paradójico que resulta que, por un lado,  se consolide el rol asignado a la mujer en la sociedad patriarcal mientras que,   por otro lado,  estos grupos cuestionan y transgreden el orden social que legitima la maternidad, en principio porque se trata de madres que salen de los hogares para tomar las calles. De esta manera, las madres- buscadoras, madres- rastreadoras y madres- sustitutas se han puesto de pie en medio de la devastación provocada por la guerra y son un estandarte  de la acción política. En este sentido,  los testimonios recogidos por la prensa durante la movilización del 10 de mayo revelan que ante la caída del Otro simbólico,  -principalmente de las instituciones de procuración e impartición de justicia-,  las madres devinieron abogadas, policías investigadoras, peritos forenses, rastreadoras de fosas comunes e incluso legisladoras, tomando en cuenta el papel que tuvieron los familiares en la gestación de las dos normas mencionadas, que atienden a las víctimas de la violencia y, en particular,  la gravísima situación de los desaparecidos. Por lo tanto, en el contexto de la generalización de este crimen de lesa humanidad,   asistimos a la re-significación del lugar de la madre entre los familiares directos y los actores solidarios de esta causa, mediante la proyección de la función materna al espacio público y, más aun, al campo político,  que a su vez tiene efectos en las representaciones sociales sobre  la mujer- madre.  

Si bien es cierto que en una sociedad patriarcal las madres tienen un impacto mayor en la conmoción de la opinión pública que otros familiares de desaparecidos - padres, hermanos, solidarios, etc.-,  y que estos últimos sufren con más frecuencia amenazas y agresiones, hay que tomar en consideración que,  en medio del fuego cruzado,  esta tendencia también es trastocada. Existen varios casos de mujeres  denunciados en la prensa que sufrieron amenazas durante el proceso de búsqueda, y en algunos estados donde la violencia  ha escalado hasta el paroxismo, como Veracruz o Morelos,  también sufren hostigamiento, extorsiones y cobro de cuotas por realizar colectas y actividades productivas para costear las acciones de búsqueda. Lo anterior muestra que,  en un escenario de guerra,  nadie ni nada,  incluso los roles tradicionales y "sagrados",  es intocable.  

Ahora bien,  la situación límite en que se encuentran muchos sujetos ha permitido  una metamorfosis de la maternidad tradicional en la maternidad social (Cuchivague, 2012). Así,  muchas mujeres se hicieron eco de los dichos de otras madres de desaparecidos como Rosario Ibarra de Piedra,  cuando señaló: "Yo parí a mi hijo físicamente, pero políticamente fui parida por él". Es sabido que muchos de los desaparecidos en la actualidad no tenían una adscripción política sino que se encontraban en el lugar y momento equivocados. Sin embargo, las madres de los desaparecidos de la guerra  actual también se están pariendo como sujetos de lucha en la medida que, buscando a sus familiares,  se han encontrado con otras que atraviesan la misma tragedia. Esto se traduce en poner el cuerpo en la protesta o bien, en  arropar a las  madres que apenas inician las búsquedas, pero también en  retomar las causas judiciales de las que van cayendo  en el camino. Se constata de esta manera que,  en determinadas coyunturas los sujetos en lucha, lejos de hacer consistir el rol  tradicional,  extraen y hacen relucir el poder creativo y la polisemia del significante madre.  De esta manera, el  cuerpo de las mujeres - madres se convierte en un escenario de memoria y resistencia, como se aprecia cuando  marchan con las fotografías de sus hijos estampadas en el pecho. 

Para finalizar, es interesante reparar en algunas frases escritas en los carteles que portan los cuerpos de madres, cuerpos de mujeres: "justicia desaparecida", "migajas de justicia", "ausencia de Estado",  "mutilación en el alma". Asimismo, jugando con el slogan de la publicidad presidencial, expresan que  "lo que mueve a México es nuestro dolor", y habría que agregar  que lo que sacude a este país es su dignidad y su disposición para atravesar la posición melancólica –la sombra del hijo desaparecido que recae sobre el yo-, para reinventarse y  reencontrase desde el traumatismo, desde la primera defensa contra el desamparo estructural del ser hablante. 

 

Referencias 

Cuchivague, K. O. (2012). Las Madres de la Plaza de Mayo y su legado por la defensa de los derechos humanos. Trabajo Social N.º 14, enero-diciembre 2012, pp.  165-177

Gómez, E. (25 de mayo de 2018). Acosan criminales al colectivo Solecito. La Jornada. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/2018/05/25/estados/030n1est

 

León Carmona, M. A. (6 de octubre de 2017). Ser madre de desaparecido en Veracruz, asediada por amenazas de muerte. E-consulta.com Veracruz. Recuperado de: http://www.e-veracruz.mx/nota/2017-10-06/estado/ser-madre-de-desaparecido-en-veracruz-asediada-por-amenazas-de-muerte

 

Martínez, P. (10 de mayo de 2018). Madres de desaparecidos exigen a Peña justicia y dejar la simulación en la búsqueda de sus hijos. Animal Político. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2018/05/madres-de-desaparecidos-exigen-a-pena-justicia-y-el-regreso-de-sus-hijos/

 

Madres de desaparecidos en México: Una lucha para que se aplique la Ley de Víctimas. (23 de febrero de 2018). RT. Recuperado de: https://actualidad.rt.com/actualidad/263788-lucha-madres-desaparecidos-mexico

 

Miles de madres de desaparecidos de México y Centroamérica exigen verdad y justicia. (5 de mayo de 2018). SPUTNIK. Recuperado de: https://mundo.sputniknews.com/america_del_norte/201805111078587830-marcha-desapariciones-mexico/



Comisión de Turismo

El Día de Muertos es reconocido por la UNESCO como Patrimonio cultural Inmaterial, enfatizando la importancia de su significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.



 

El culto al Día de Muertos es un legado ancestral heredado de las distintas culturas prehispánicas que habitaron el territorio Mesoamericano, tales como los Aztecas, Mayas, Purépechas, Nahuas y Totonacas. Los rituales que celebran las vidas de los ancestros eran realizados por estas civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

En la mitología azteca, aquellos muertos que no eran elegidos por Tonatiuh, Huitzilopochtli o Tláloc, iban simplemente al inframundo: ahí las almas padecen una serie de obstáculos durante su recorrido a través de nueve regiones, que era llamado El Camino de los Muertos. Una vez que terminaban su trayectoria se encontraban con los Dioses del Mictlán, Mictecacíhuatl y Mictlantecuhtli, quienes les permitirán disfrutar del descanso eterno.




 

Tras la conquista y el sincretismo característico, la festividad prehispánica se fusionó con el calendario católico: el día 1 de noviembre está dedicado a Todos Santos y el día 2 a los Fieles Difuntos. Sin embargo, en la tradición popular de gran parte de la República Mexicana, el día 1 se dedica a los niños fallecidos, y el día 2 a los adultos. 



 

Actualmente, esta fiesta incluye prácticas como adornar las tumbas en los cementerios y dedicaaltares (en los hogares o sobre las lápidas) que incluyen diversos elementos para conducir a las ánimas de regreso al mundo de los vivos.

Se dice que el brillante color de las flores de cempasúchil representa el camino que los muertos deben seguir; la luz y el calor de las veladoras los ilumina y acompaña a través de la oscuridad del sepulcro, mientras que el suculento aroma de los platillos preparados y colocados en las ofrendas los "nutre", al tiempo que rememora la importancia de compartir los alimentos con la familia.

Las ofrendas a los muertos se preparan minuciosamente con los manjares favoritos del difunto y se colocan alrededor del altar familiar y de la tumba, en medio de las flores y de objetos artesanales, decoración con papel picado, fotografías, juguetes o cualquier recuerdo que una a los vivos con los muertos


Actividades de Día de Muertos:

 

Ofrendas monumentales en el Zócalo de la Ciudad de México

Ofrendas monumentales en la explanada de Ciudad Universitaria

Ofrendas y altares en el Museo de Culturas Populares

"La llorona", recorrido en trajinera por los canales de Xochimilco

Ofrendas y altares en el Museo Dolores Olmedo

Diversos festivales gastronómicos en algunas explanadas delegacionales

Visita a los diferentes panteones delegacionales, particularmente en Mixquic, donde se puede observar la tradición de embellecer las tumbas y las ofrendas montadas ahí.

Para mayor información sobre estas actividades: 

https://patrimonioculturalyturismo.cultura.gob.mx/publi/Cuadernos_19_num/cuaderno16.pdf





 

Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano
www.nel-amp.org | [email protected]