Volver, volver, volver…
Por Xóchitl Enríquez Carrola
Visitar la Ciudad de México es siempre una experiencia fascinante porque es, ante todo, intensamente sensorial. La Ciudad alberga lo más valioso que tiene: los mexicanos, los chilangos o defeños, gente alegre y cálida, famosos por su hospitalidad, su sentido del humor, su agudeza con las palabras, su fortaleza emocional para lidiar con las vicisitudes de la vida y a la vez coquetear con la muerte.
La Ciudad de México, ciudad capital, dinámica y polémica. Un destino para ir y volver, volver, volver [1], nunca se termina de recorrer su magia, su historia, arquitectura, museos, restaurantes; destaca su interesante estilo para fusionar y sostener lo contemporáneo con lo antiguo, lo nuevo y lo viejo, la riqueza y la pobreza, la alegría y la tristeza, lo singular y lo plural, la tradición y el desarrollo. No por nada México, ha dado al mundo grandes novelistas, poetas, músicos, pintores, fotógrafos, cineastas.
País de ciudades, de pueblos, de exuberante belleza en su fauna y en su flora. Su deliciosa gastronomía, designada por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad, deleita al viajero con sus aromas y sabores, sus texturas y la diversidad de ingredientes característicos de cada región. La sencillez de algunos platillos contrasta con la minuciosa elaboración de otros, algunos que datan desde tiempos prehispánicos hasta la llamada Alta cocina mexicana.
México está de pie y con los brazos abiertos al mundo, a la vida, a la gente.
Fotografías
Santiago Arau Pontones fotógrafo mexicano
Instagram: @santiago_arau
Twitter: @SantiagoArau
NOTAS
COMISIÓN CIENTÍFICA
María Hortensia Cárdenas, Ana Viganó, Gloria González y Marcela Almanza
COMISIÓN DE PÁGINA WEB
Susana Dicker y Carolina Puchet (Coordinadoras), Heidi Gehler y Joaquín Carrasco