19 AL 21 DE OCTUBRE DE 2018
X JORNADAS DE LA NEL
Invitadas

Ser madre, ¿condena o satisfacción?

Por Flory Kruger

La madre no es hoy el destino natural de una mujer, no es la consumación de la femineidad tal como lo pensaba Freud. Muy por el contrario, vemos hoy a la mujer elegir su camino por otros rumbos que no siempre son el de la maternidad.

El desplazamiento que se produce de Freud a Lacan en referencia a este tema nos enfrenta a una nueva lectura, sostenida ahora en la modalidad del goce, donde el goce materno se separa y toma otro lugar respecto del goce femenino, lo cual no es sin consecuencias para la clínica.

Hace muchos años atrás, cuando Lacan no había tenido aún una presencia en nuestra comunidad, un analista enmarcado en la concepción freudiana y kleiniana decía que tener un hijo podría muy bien ser un síntoma y no precisamente la asunción de la feminidad, lo cual nos habría un interrogante respecto del pensamiento freudiano: ¿Solución femenina o salida patológica?.

La respuesta que nos da el psicoanálisis es tener en nuestra mira la singularidad de cada sujeto, lejos de las estadísticas generales, lo cual nos obliga a escuchar en cada caso el lugar que ocupa la madre en el discurso de cada analizante.

Es importante poder hacer una distinción entre lo que se expresa en términos de ganas y sus diferencias con lo que es el deseo, ya que no son sinónimos. Las ganas están orientadas por ideales y por demandas, tanto del Otro familiar como social. Esas demandas desconocen muchas veces el propio deseo que se expresa en acto y no en voluntarismos.

El siglo XXI nos reserva grandes desafíos en la medida en que abre nuevos caminos para la procreación. Las técnicas actuales, desde la concepción artificial hasta el alquiler de vientre, hacen posible lo que en otros tiempos hubiera sido imposible.

Pero, al mismo tiempo, hay síntomas importantes que se producen a partir de esta oferta de la ciencia. Valga como ejemplo el caso de una pareja que durante 12 años siguió infinitos tratamientos para tener un hijo sin lograrlo y sin poder aceptar ese punto de imposible. La consecuencia de esta insistencia terminó finalmente con la separación de la pareja.

Otro tema de mucha actualidad es el de las diversas posiciones respecto del aborto, alguna de las cuales lo sancionan como un delito, condenando de esta forma tanto la sexualidad como el erotismo de la mujer y obligándola a asumir una posición materna no deseada, con consecuencias inimaginables en la vida de esa mujer y de su descendencia.

Una niña de 13 años consulta por su embarazo, en un marco familiar que no acepta el camino del aborto. Las palabras de su padre eran: "nuestra familia está a favor de la vida". Si bien ni ella ni su novio querían seguir adelante con el embarazo, el peso de la palabra paterna definió por su continuidad. Cada uno siguió viviendo con su familia primaria. A pocas semanas del nacimiento del bebé, la flamante madre, bajando las escaleras con su hijo en brazos, tropieza y rueda escaleras abajo. Su bebé casi pierde la vida.

Llevó su tiempo analizar las consecuencias de haber dado un "mal paso", no precisamente el de la escalera.

Jornadas anuales de la NEL, México
Octubre, 2018

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