19 AL 21 DE OCTUBRE DE 2018 GRAN HOTEL CIUDAD DE MÉXICO | CDMX, MÉXICO
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LaLeo #15

 

Editorial
 

Los carteles de los ejes de investigación de las Jornadas van arrojando  algunos de sus resultados hasta el momento. La sección A dos voces se nutre de sus avances.  El eje 2 "Deseo de madre/Deseo de mujer" proporciona en este número algunas ideas que orientan el trabajo a través de una entrevista a Ana Aromi, insistiendo en  la pregunta por  lo irreductible  del deseo materno en la época en la que tener un hijo puede estar al alcance de la mano de todos sin el propio cuerpo y sin el hombre. Acuciante pregunta que corresponde al psicoanálisis siempre tener en la mira, pues ya el discurso del amo en sus distintas esferas jurídicas y científicas se las arregla no sin apuros,  para determinar más bien, "quién es la madre?" o "quién es el padre?

La entrevista a Silvia Elena Tendlarz, se entrecruza con la temática del deseo materno y la nueva casuística que se presenta como resultado de las múltiples formas posibles de tener un hijo gracias a la reproducción asistida;  pero es una casuística de los distintos modos de hacer alianzas conyugales, y no necesariamente de una nueva clínica en el nivel del sujeto,  ya que  el síntoma se estructura a partir del real, y  toma su envoltura formal  a partir de la pregunta por el origen y por el lugar del deseo en el Otro.

Estar a la altura de la subjetividad de la época, llamado lacaniano no desconocido por nuestra comunidad, ¿no requerirá actualizarse en torno a las nuevas maternidades y subrayar aún más que se trata no tanto de estar a la altura de la época sino de estar a la altura del sujeto, trátese éste de un hombre, de una mujer, o de un ínter.., en posición madre?

Magnífica ocasión en LaLeo #15, para encontrarnos con lo que La clínica enseña en este punto. Liliana Salazar-Redon nos advierte desde las primeras líneas del texto en el que presenta el caso de Sofía una niña de 9 años con dos madres y un padrastro: " (...) la estructuración psíquica es, como para todo sujeto, el deseo del Otro en juego y no la fenomenología de la pareja parental. El Otro aquí toma la forma del Otro parental, marcado por los decires que conciernen el deseo de hijo." 

En la sección de DialogArte, Jessica Jara dialoga con "Julieta",  film de Pedro Almodóvar, tratando de tejer con los hilos que cada personaje deja entrever la lógica de una tragedia en la que los lazos familiares no convencionales toman inesperados giros, realmente toda una provocación para ver o re-mirar con los ojos que nos presta Jessica, la última producción del cineasta español.

 El Acompañamiento musical no está menos a la altura de los textos y de los aportes que miembros y asociados han ido enviando a esta sección tan especial. En esta ocasión, encontrarán una especie de reseña musical de la siguiente cita de Lacan de El  Seminario V :"La madre es una mujer a la que suponemos ya en la plenitud de sus capacidades de voracidad femenina..." ó " La venganza del infierno hierve en mi corazón" de la Flauta Mágica de Mozart, interpretada por la Reina de la Noche. 

Un fin de semana para entregarse a "Julieta" y a "La Reina de la  Noche"...

María Victoria Clavijo





Comisión del Boletín LaLeo:
Ana Viganó (responsable), Ma. Victoria Clavijo, Gladys Martínez



En este número


1.-  A dos voces

Por el cartel del eje 2 : "Deseo de madre/deseo de mujer"
Entrevista a Anna Aromí. Psicoanalista de la ELP

Por el cartel del eje 4: "La ciencia, lo jurídico: los cuerpos de la maternidad"
Entrevista a Silvia Elena Tendlarz. Psicoanalista de la EOL

2.- La clínica enseña
Anónimo. ¿El nombre de una alianza?
Por Liliana Salazar-Redón ECF

3.-DialogArte
Julieta, ¿tragedia... o peor?
Por Jessica Jara Bravo, asociada NEL-Guayaquil

4.- Acompañamiento musical 
Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen  (La venganza del infierno hierve en mi corazón)
Aria de la Flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart
Por: Marianna Tulli, asociada de la NEL Maracaibo


A dos voces

"Deseo de madre/deseo de mujer"
 
Integrantes del cartel del Eje 1: Deseo de madre/ Deseo de mujer: Susana Dicker, María Hortensia Cárdenas (responsable), Jimena Contreras, Carolina Puchet Dutrénit, Raquel Ulloa Cors.
 

Anna Aromí.
Psicoanalista de la ELP

 

1. ¿Cómo piensa que la experiencia de un análisis le permite a un sujeto acceder al deseo de madre que es otra cosa que el deseo de ser madre?

2. Usted ha dicho que hace falta tiempo para ser mujer. ¿Es lo mismo que el tiempo que hace falta para consentir al cuerpo del hombre? ¿Y qué del encuentro contingente con el goce femenino?

Anna Aromí: Podríamos empezar por reconocer que en lo que llamamos "maternidad" hay muchas más cosas de las que parece. Ni de lejos están desvelados todos sus misterios. Y ello a pesar de los esfuerzos de la ciencia que, en su alianza con la técnica, avanza enormemente para ofrecer un catálogo cada vez más amplio de maternidades posibles. El antiguo sueño del feminismo utópico de disponer de un útero artificial, que libraría a las mujeres de tener que poner sus cuerpos para sostener los embarazos, no está lejos de realizarse. De momento son úteros de otras mujeres los que cumplen esa función.

El psicoanálisis tuvo el atrevimiento de mezclar en las cosas de la maternidad un elemento extraño, digamos ectópico, que es el deseo inconsciente. Con Freud llegó el escándalo: cuando las niñas sueñan con tener un bebé, no es del bebé como tal de lo que se trata sino del padre por un lado y del falo por otro. El bebé facilita el acceso al falo por procuración. Y con Lacan llegó la gramática: partiendo de la experiencia analítica, con dos letras mayúsculas DM, escribió lo que cuenta ‒y se cuenta‒ de la madre.

Con todo, a las consultas de los psicoanalistas hoy siguen llegando mujeres que transportan los límites del saber para dar cuenta de lo real de la transmisión de la vida. Algunas sufren por ello. Con la orientación lacaniana se puede, como decís con vuestras preguntas, no confundir el deseo de ser madre con el de tener un hijo, o saber reconocer que a la paternidad y a la maternidad se accede por vías que son múltiples, la lectura del caso Juanito por Lacan muestra más de un camino.

Entonces parece que la madre es posible sin el cuerpo, al menos el propio. Y parece que es posible también sin el hombre, al menos sin tener que pasar por el cuerpo sexuado de un hombre. Madres sin cuerpo y sin hombre, la civilización parece caminar produciendo cada vez más elementos prescindibles. Paradoja a pensar con la elevación de los objetos "a" al zénit social.

La pregunta que podríamos abrir entonces sería ¿qué habría de irreductible en la función materna? De qué no se podría prescindir, si es que existe ese elemento y podemos localizarlo. La clínica psicoanalítica tiene mucho a decir al respecto.


A dos voces

"La ciencia, lo jurídico: los cuerpos de la maternidad"

Integrantes del cartel del Eje 4 La ciencia, lo jurídico: los cuerpos de la maternidad: Liliana Bosia, Maria Victoria Clavijo, Fernando Gómez Smith, Carolina Hernández y Ana Vigano (responsable).




Ver la entrevista en : 
http://x.jornadasnel.com/template.php?file=Textos-Videos-y-Entrevistas/Entrevistas/Entrevista-a-Silvia-Elena-Tendlarz.html



Silvia Elena Tendlarz.
Psicoanalista de la EOL

 



La clínica enseña

« Anónimo », el Nombre de una alianza ?
Por: Liliana Salazar-Redon. ECF


Sofía 9 años, es la hija de dos madres.  La pareja parental no recurrió a una P.M.A (Procreación Medicamente Asistida), sino a una P.A.G (Procreación Asistida por un Genitor).  Cuando tenia 2 años, la madre portadora, interrumpe la vida de pareja con su compañera  y declarándose heterosexual entabla una relación con el que será padre de su segundo hijo. La familia de Sofía está compuesta entonces por  dos madres, un padrastro y un hermano medio de 18 meses. 

Aprenderemos que lo que será crucial para su estructuración psíquica es, como para todo sujeto, el deseo del Otro en juego y no la fenomenología de la pareja parental. El Otro aquí toma la forma del Otro parental, marcado por los decires que conciernen el deseo de hijo.

La familia 

Sofía utiliza el significante « madre » para las dos mujeres y asocia a cada una un otro significante que las diferencia : « madre Bio » para la madre portadora y « Bella madre »,  (Belle mère, expresión equivalente en francés a madrastra, para aquella que en la pareja  parental Sofía reconoce como su « mamá ».

En ausencia de la pareja « padre-madre » es al nivel del deseo que la concierne,  que Sofía tratará la diferencia en la pareja parental compuesta por dos madres.

Con el apoyo de la transferencia, la pregunta por el deseo que unirá las dos madres  será el aspecto que concierne su particularidad.  Esta operación de lenguaje tuvo lugar a partir de un evento que despertó su angustia. Su recorrido nos enseña sobre la articulación de la angustia con el deseo como vía hacia el inconsciente.

El motivo de consulta no es la demanda

Sofía  se escapó una mañana con una  compañera y faltaron a la escuela. Cuando el padre de ésta las encontró después de muchas horas buscándolas, las regañó violentamente. Sofía dirá « fui agredida ! ». A partir de ese momento está angustiada y no duerme.

 Desde la acogida el primer día en la sala de espera, la pregunta sobre el lazo parental emerge. Cuando me encuentro frente a la niña y las dos mujeres que la acompañan, no sabiendo nada de la particularidad de esta familia yo pregunto: «Quién compaña a Sofía para esta primera entrevista conmigo?» La niña me indica aquella que ella me presentará más tarde como su « madre Bio » y esta designará al mismo tiempo la que Sofía me presentará como su « bella madre». Frente a estas dos respuestas diferentes, yo me orienté según lo indicado por Sofía misma y la recibí en un primer tiempo con la madre portadora, su madre BIO.  Posteriormente en este tiempo de entrevistas preliminares recibiré de manera separada a la niña y a la pareja parental.

Del evento, a un cierto uso de la contingencia

Desde las primeras sesiones Sofía va más allá de la descripción de lo que vive, para establecer una asociación con  un recuerdo. Así, en el evento que tomará valor de trauma para la familia (la agresión del padre de su amiga), Sofía aislará el significante « agredida » para decir : « Lo que me ocurrió me recuerda una pelea a la cual asistí hace 3 años en la que mi mamá, quiero decir mi bella madre!, fue agredida y yo tuve miedo por ella, miedo que pudiera morir ».  Escuchamos allí la importancia del significante « muerte » que se desplazará en su elaboración hasta servirle para interrogar la manera como ella interpreta su lugar en el deseo maternal y en la pareja parental. La siguiente secuencia testimonia de ese movimiento :

Después de varias sesiones ausente, yo provocaré el regreso de Sofía, llamando a sus madres.

A la sesión siguiente, Sofía me hablará del miedo que la invade desde que no viene a hablarme. : « En la noche yo imagino un personaje, ni masculino, ni femenino, con una capucha que cubre su rostro. Esta imagen me hace pensar en un clip que se llama « nadie » (personne en francés); abajo de la imagen está marcado : « anónimo ». ... « la imagen que yo veo puede ser alguien que yo conocí y olvidé... o alguien que yo no he conocido y que viene!».   Sofía asociará esta ocurrencia con un recuerdo:  "Hace 2 años, en mi escuela, una compañera perdió a su mamá. Algunas chicas de mi clase ya le habían dicho que su mamá iba a morir porque estaba enferma de Sida. En el verano la mamá murió realmente". Esta palabra que se realiza  y que toma un valor premonitorio para Sofía, le permitirá articular deseo del Otro y angustia.:  « Cuando yo hago el esfuerzo de pensar en el rostro de la imagen del  « anónimo »  que me produce miedo, yo pienso en la mamá de mi compañera. Ella se murió hace 4 años! Por qué  pienso ahora en esta señora muerta ? ".  Frente a su pregunta le recuerdo su  alusión hecha por primera vez al miedo, cando describió la escena en la que temió por la vida de su mamá cuando fue agredida. Sofía dirá : « ah ! creo que lo  encontramos! La mujer muerta que yo imagino es mi mamá! Resolvimos el problema de esta imagen en mi cabeza pero no aún el problema de mi historia ! Yo le digo a mis amigas que mi mamá es mi « belle mère » porque son todas chismosas! Yo le pregunto : « es un secreto ? » Sofía responde : « si, mi madre Bo se fue un día  a los Campos Eliseos, vio a un hombre que no conocía, lo escogió y se fueron a hacer cositas (risas ) en un hotel y quedó embarazada.... ". Con una entonación diferente, dirá: " O ellas estaban ya juntas  y decidieron hacerme nacer, o mi madre Bio decidió hacerme como un regalo para mi mamá que no lo sabia!. ...Parece que si yo no hubiera nacido, mi mamá estaría muerta». 

En esta secuencia Sofía testimonia no sólo de los decires que marcarían su destino a partir de la historia que precede a su nacimiento, sino también de la pregunta sobre el deseo que concierne a  su llegada: Es el deseo de las dos,  o de una  para la otra? Antes de su nacimiento su mamá, « la bella madre », había atravesado un periodo de descompensación psicótica, después del fallecimiento de una sobrina de la familia de la cual ella se ocupaba. La niña muerta se llamaba Sofía. 

La formulación a través de la cual Sofía viene en el lugar del niño que salva a la madre de la muerte, hace parte de una construcción en la cual  la pregunta que emerge concierne al lazo que ella teje o no entre las dos madres.

Esta construcción produjo una apertura hacia una separación con respecto al lugar de hijo responsable de mantener la madre en vida. Lo que emergió fue entonces la pregunta sobre ser el niño regalo, objeto puro de un deseo anónimo o hijo deseado por y en la pareja.

Lacan sitúa la experiencia existencial de la angustia en la presencia primitiva del deseo del Otro en tanto obscuro y opaco. La experiencia traumática tuvo lugar en un llamado al Otro que había quedado sin respuesta.

Los significantes « anónimo » y « nadie » (personne, en francés), presentes en la imagen que le produjo miedo, indican aquello de lo que Sofía intenta separarse, en lo que concierne la teoría sobre el deseo de hijo que precede su nacimiento.

Sofía  nos indica este punto cuando interpreta el episodio de « la fuga escolar » a partir de un rasgo que le permite establecer una asociación entre la maestra y la madre « bio » : « La maestra no era amable con los niños. Cuando le hacíamos una pregunta, no le importaba y no nos respondía ».  Sofía  puede ahora explicar su pasaje al acto como una tentativa de inquietar su maestra con su ausencia.  "La maestra me hace pensar en mi mamá Bio, ella tampoco es amable conmigo. Nos peleamos todo el tiempo, yo no la quiero, yo prefiero mi otra mamá". Sofía busca un signo que no obtiene.  Se trata del valor que ella pueda tener  para el Otro. « Mi mamá Bio se ocupa todo el tiempo de mi hermanito.  Cuando ella ve una foto de un niño dice : ah es magnifico !  cuando es la foto de una niña dice: es bonito.... es como si ella prefiriera los niños a las niñas ».

Es importante resaltar que Sofía aborda la pregunta que concierne el padre genitor de la siguiente manera: «  prefiero no hablar, por el momento no me interesa ! ».  Lo que viene en su lugar en esta secuencia es una serie de preguntas  que conciernen mi vestimenta, mi consultorio,  y mi profesión. Termina diciéndome : « Un día yo haré la misma profesión que usted, seré psy. Me encanta hacer preguntas ! ».  Podemos hacer la  hipótesis que en esta parte de su recorrido analítico, ser « aquella que hace preguntas » es una identificación que la ayuda a mantenerse en otra posición que la de « salvar su madre ». Es un apoyo identificatorio en la tentativa de separarse del lugar que ocupa en el fantasma maternal. 

En efecto, este es el lugar que Sofía ocupa en el decir maternal.

Concluyamos con una pregunta : Podremos decir que aquello sobre lo que testimonia Sofía como siendo esencial para ella concierne la particularidad de la pareja de madres homosexuales ? proponemos que no, en la medida en que lo que le abre el camino hacia el deseo en un más allá de la angustia, es el cuestionamiento en cuanto a su nacimiento como siendo el fruto de un deseo no subjetivado.  Sofía busca, con el apoyo de la transferencia otra vía que la  la que parece le es destinada a saber, la de  ser el objeto remedio para una de las madre en tanto reemplaza una niña muerta.

Su recorrido interroga lo que el psicoanálisis puede permitir como tentativa de subversión de un cierto destino, a partir de una utilización de lo particular en la contingencia.


DialogArte

Julieta, ¿tragedia o... peor?
Por Jessica Jara Bravo, NEL-Guayaquil.

 

 

 

  1. Julieta, entre la mujer y la madre

Julieta está a punto de mudarse con su nuevo amor, Lorenzo. En su departamento casi todo pasa de letter a litter, pero ella llevará sus libros, una foto rota, un secreto. Sin embargo, un encuentro inesperado con Bea, amiga de su hija, trastoca sus planes de mandarse a cambiar. Siente, nuevamente, el llamado a una gozosa espera que la recoloca en la posición de madre de una hija de la que hace doce años no recibe noticias. Decide no partir, pues su conclusión es: "piensa que sigo viviendo en Madrid", ciudad faro para ellas. Así, vuelve a conseguir el piso en donde apenas sobrevivía después de la muerte de su esposo Xoan: busca forzar el azar para arribar a verdades antes a la vista, pero cuando ella estaba devastada. Supo que Bea y su hija fueron novias; y que su hija, hoy madre, la culpaba del infortunio de su padre.

  1. El tatuaje delator: Julieta (el falo) la Otra mujer

Una escritura a interrogar es el tatuaje, insignia de la película. Se lo hace Xoan mientras Julieta viaja a visitar a sus padres. La situación allá es que su propia madre, de entrada, no la reconoce y que su padre, está saliendo con otra. El tatú es de un corazón con la "A" y la "J", en medio un velero. Y si, entre el hombre y la mujer está el muro, y el amuro es lo que aparece en señales extrañas sobre el cuerpo, al decir de Lacan. La letra-tatuaje indica que entre la madre J y la hija A, está el falo como obstáculo. Pero, en esta escena conyugal también hay otra mujer: Aba, una artista amante de Xoan. Entonces, entre A y J, Xoan, un pescador quien aún con barcaza, naufragará. Después Antía partirá, evitando quedarse a solas con su madre.

  1. Julieta, ella misma como Otra. Del síntoma y la devastación

A Julieta la encarnan dos mujeres: una antes y otra después de la muerte de su esposo. Un fotograma parecería mostrar un hombre como relevo para que ella se convierta en Otra para sí, lo que sucede de la peor manera. La joven enseña filología y ama la mitología, devendrá madre. Cuando quiere volver a enseñar, Xoan se irá para no volver. La Otra, una sobreviviente de la catástrofe de su marido, sufrirá por la subsecuente fuga de su hija. Después será correctora de pruebas y escribirá cartas a Antía, las que no entregará. 

Julieta pasa de hablar a escribir al ausente, en un film donde las cartas llegan a su destino. De inicio, recibe una carta de Xoan, justo el último día en que reemplaza a una maestra. Luego, ella misma reemplazará a su primera esposa. Al final, le llegará la tan esperada carta de Antía, la que no podrá recoger por sí misma, ya que habrá sido arrollada al dejarse caer, nuevamente. Esta vez Lorenzo la recogerá. Allí sabremos que Xoan, hijo de Antía, ha muerto.

  1. De sirenas y la pulsión de muerte: Tragados y estragadas, pero no-todos

¿Es la mirada del reno, a través de una ventana del tren mientras corre, una escena onírica que presentifica la mirada del muerto que alcanzará a Julieta para pedirle cuentas? ¿Se trata de una Odisea contemporánea, epopeya donde los hombres escuchan el canto inaudible de las sirenas, y sin síntoma de qué amarrarse, son arrollados o tragados por mares enfurecidos?

¿Se trata de una tragedia cuyo inexorable destino dictamina que el encuentro entre madre e hija sólo podrá ser cuando cada una pierda a su Xoan? ¿Es que Julieta de joven, pretendió prepararse leyendo "El amor" y "La tragedia griega", pero no lo logró; y lo sabemos, cuando estragada y con la mirada ajena, queda a merced de dos chicas que la alimentan y bañan?

Y si el sacrificio de los dos Xoan a los dioses oscuros no era tal; y si, como dijo la bella Antígona: un esposo y un hijo pueden ser reemplazados... así como una mujer puede entrar en una serie de mujeres; la pregunta estragante: "¿por qué salió a pescar si había tormenta?", ¿podrá algún día reducirse a un penoso accidente, como puede serlo el naufragio de un niño?

Al menos uno, Lorenzo, conduce el coche que lleva Julieta a tan esperado encuentro, ¿será?
 


Acompañamiento musical

Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen
(La venganza del infierno hierve en mi corazón)
Por Marianna Tulli, asociada de la NEL Maracaibo
 



Karl Friedrich Thiele, Diseño para La Flauta Mágica 
The Hall of Stars in the Palace of the Queen of the Night 
Acto 1, Escena 6
 

En la ópera de Mozart "La flauta mágica" existe un aria rica en fuerza e impacto, llamada "Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen" (La venganza del infierno hierve en mi corazón), interpretada por "La reina de la noche". Aria donde la ira femenina se expresa mediante palabras contundentes y sonidos que van más allá del sentido; su sentir la desborda produciendo, mediante el bel canto, la manifestación de algo que parece de otro mundo, en una impactante modulación de la voz.

La reina de la noche representa la oscuridad, las pasiones, mientras que por otro lado, antagónicamente está "El rey sol", Sarastro, quien encarna la luz, la sabiduría y los ideales. El tercero mediador.

La reina, además de ser una mujer, es una madre, una madre que denota el estrago sobre una hija Pamina. El Rey Sol, un personaje que hace alusión a la Metáfora Paterna y a la autorización de un deseo como sujeto, logra apartar a Pamina de su madre ya que tiene la certeza de que a su lado no podrá ser feliz. Dice el Rey a Pamina ante su consternación por haber sido apartada de su madre: "Perderías tu felicidad, si te dejase en sus manos. Un hombre debe guiar vuestros pasos pues sin él suelen las mujeres sobrepasar la esfera que les corresponde". Esto habla de un aspecto más allá del género; habla de una lucha de fuerzas dentro de un sujeto, del goce femenino y el goce fálico que compete a todo ser.

La Reina de la noche le pide a un joven "apuesto y valiente" que rescate a su hija y castigue al secuestrador, sin embargo, este joven al acercarse al Rey Sol descubre la oscuridad en la reina y decide colocarse de parte de Sarastro, e incluso unirse a él en cuanto al camino de la luz y la sabiduría, aspecto que la encoleriza aún más y toma como una traición, una afrenta a su poder, a su ser, como reina, como madre y como mujer. Sus designios son pasados por alto. Su hija le es arrebatada y es dejada de lado como mujer sufriente, por parte de Tamino y Sarastro. 

¿Habría una lucha en el corazón de la reina?, ¿entre su ser de madre y de mujer? "Un joven como tú es el que mejor puede consolar este corazón de madre tan profundamente afligido",luego le ofrece a su hija si es victorioso en su misión, colocándola como objeto; solo por arrebatársela a Sarastro será capaz de entregarla a quien ella decida. "Tú irás a liberarla, tú serás el salvador de mi hija. Y si te veo volver victorioso, tuya será para siempre"

La Reina de la noche y la "voracidad femenina"

Esta mujer es una representación de la "voracidad femenina". Lacan en el Seminario 5 enuncia:"La madre es una mujer a la que suponemos ya en la plenitud de sus capacidades de voracidad femenina..." (p. 212), apuntando a lo ilimitado del Otro goce con el que toda mujer es convocada a arreglárselas.

Ella, como una Medea, sin límite, desencadena su venganza y se devela la verdad denunciada por el rey sol: Pamina como objeto para realizar su venganza, objeto de su goce ya que no le importa su felicidad, sus deseos, los anhelos de su corazón. Es una madre caprichosa que para satisfacer la sed de lo que hierve en su corazón lanza a su hija a la más profunda devastación, negando su ser anulándola como sujeto y repudiándola. Este personaje ¿refleja el estrago que puede representar la locura femenina?

¡La venganza del infierno hierve en mi corazón!
¡La muerte y la desesperación arden alrededor de mí!
Si Sarastro no siente a través de ti
el dolor de la muerte,
entonces ya no serás mi hija jamás.
Repudiada seas para siempre,
abandonada seas para siempre.
¡Que se destruyan para siempre
todos tus vínculos con la naturaleza
si Sarastro no palidecerá por tu mano!
¡Oíd, dioses de la venganza!


¡Oíd el juramento de una madre!



https://www.youtube.com/watch?v=rxGy83aipbY


 

 

 

 

 

Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano
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