19 AL 21 DE OCTUBRE DE 2018

GRAN HOTEL CIUDAD DE MÉXICO | CDMX, MÉXICO

Jornadas NEL

Jornadas NEL



LaLeo 
#11

Editorial



Encontrarán en este número la vía para sumergirse en la madre lacaniana, esa que deja la X del deseo materno sin despejar del todo en la fórmula de la metáfora paterna, y que se desliga de cualquier ideal cultural o religioso que remita a una pureza del amor materno.

En A dos voces, de la mano de María Cristina Giraldo se  delinea el problema que se vislumbra en la inerrogación que sigue a "¿locura materna?" y que encuentra su lugar paradójico, no exento de consecuencias sinthomaticas para el parlêtre, del hecho de que en la madre hay una mujer. Camino que le lleva a sus propios interrogantes: ¿qué soluciones puede encontrar cada uno en la experiencia de un análisis al indecible del deseo materno? 

Luego en A la letra una generosa articulación de Alejandro Reinoso de una sugerente cita de Lacan: "La mujer no entra en función en la relación sexual sino como madre (…)" del Seminario XX en la que no escatima referencias que corresponden a la última enseñanza de Lacan. La mujer no existe, La mujer No-toda y nociones como la escritura que toman el relevo de la esperanza perdida en el significante, como recurso para bordear lo que no se puede decir de lo ilimitado del no-todo, constituyen un importantísimo aporte en ese viraje operado por Lacan y que va más allá de Freud en ubicar que la madre no es el objeto libidinal del niño, sino que es el niño el de ella.

En la sección DialogArte, dos aportes, dos perspectivas sobre un mismo capítulo de la serie televisiva Blackmirror, titulado Arkangel: tenemos a una madre ominvoyeur y a una madre angustiada. En el texto de  Luz Adriana Mantilla se precisa la confluencia de lo tecnológico y del fantasma materno de omnipotencia, pero también la confluencia con el  niño como objeto pasional, objeto de goce de la mirada materna en nuestra época.  De otro lado, Florencia Reali explora ese "escenario ficticio que representa la encarnación de la separación impedida", y la consecuente imposibilidad de que el niño sea no-todo para la madre para que su deseo pueda circular por fuera de él. Un niño- todo, un niño-objeto que presentifica la falta de la falta.

Finalmente, un acompañamiento musical contundente, nada menos que de la mano de Pink Floyd, cuarto tema del álbum: "Mother". Juan Rodríguez nos guía con cuidado pero sin concesiones a lo "sutil e inquietante" de lo sonoro y lírico de esta canción, calificativos que resuenan a lo materno mismo, a la que se le dirigen unas preguntas, que lejos de ser respondidas oracularmente como lo fueron antaño desde el lugar del Padre, ahora es el sujeto mismo es el que responde: "por supuesto que mamá va a ayudar a construir el muro" en la época de la declinación del Nombre del Padre, la madre señala una dirección…la de la ley de hierro.

Abróchense los cinturones y ¡buena lectura!

 

Comisión de Boletín LaLeo 

Ana Viganó (responsable) María Victoria Clavijo y Gladys Martínez. 

Con la colaboración de Fernando Eseverri, Rosana Fautsch y Cintyha Estrada Plançon


 



En este número:

1.-  A dos voces:
 Entrevista a María Cristina Giraldo.  AE de la Escuela Una y Miembro NEL-Medellin

2 -  Al la letra
Comentario de Alejandro Reinoso. Miembro NEL-Santiago de Chile

4.- DialogArte
El deseo de la madre y la separación impedida.Por Florencia Reali. Asociada Nel-Bogotá

Blackmirror: entre cuerpo-pantalla/cuerpo-organismo. Por: Luz Adriana Mantilla. Asociada Nel-Bogotá

5.- Acompañamiento musical. "La madre muro". Por Juan Rodríguez. Asociado Nel-Maracaibo
Tema: Mother de Pink Floyd
 


A dos voces
 


María Cristina Giraldo
AE de la Escuela Una
Miembro NEL-Medellín

http://x.jornadasnel.com/template.php?file=Textos-Videos-y-Entrevistas/Entrevistas/Entrevista-a-Maria-Cristina-Giraldo.html


Al la letra
 


Alejandro Reinoso
Miembro NEL-Santiago de Chile

 

El niño no sólo colma, también divide
Jacques-Alain Miller


 
"La mujer no entra en función en la relación sexual sino como madre. Pese a ser masivas, estas verdades nos llevarán más lejos ¿gracias a qué? Gracias a la escritura; (…) porque ahí se demostrará que el goce de la mujer se apoya en un suplir ese no-toda. Para ese goce de ser no-toda, es decir, que la hace en alguna parte ausente de sí misma, ausente en tanto sujeto, la mujer encontrará su tapón de ese a que será su hijo." Seminario XX Aún, (1992), pág. 47.
 
¿En qué contexto Lacan pronuncia esta frase en su seminario? Lacan la inserta en la tercera lección del Seminario XX Aún, la cual en su establecimiento ha sido titulada La función de lo escrito. Más específicamente, al final del tercer apartado. ¿En qué está Lacan en esos momentos? Lacan está formalizando ya desde el seminario anterior …Ou pire, la no relación sexual y el Hay-de-lo-Uno por sobre la lógica dialéctica del Otro, y también avanzando en el desarrollo de la letra que no remite a otra cosa y su distinción con el significante como elucubración de saber, así como también en la noción de goce como acontecimiento de cuerpo y su distinción entre goce fálico y femenino.
 
Este fragmento pone su centro en la disyunción entre la madre y la mujer así como en algunos puntos de articulación entre ambas a estas alturas de su enseñanza. De hecho, la frase inmediatamente anterior al párrafo es: "Si hay un discurso que lo demuestra es el discurso analítico, por poner en juego lo siguiente, que la mujer no será nunca tomada sino quo ad matrem".
 
1."La mujer no entra en la relación sexual sino como madre"?
 
Desde este seminario XX es claro que hombre y mujer en sí son sólo significantes, semblantes, facciones de significación en un registro de una distinción universalizante: "es el uso del término hombre y del término mujer que tiene un complemento, que hace creer"[i]. Sí, a estas alturas "el significante es necio"[ii]. Sin embargo, con las fórmulas de la sexuación, quedar del lado hombre o mujer hace diferencia neta pues son posiciones asimétricas, donde no hay relación sexual posible, lo cual se verifica en que la relación entre hombre y mujer no es complementaria ni una armonía unitaria posible: "en los dos, ningún acuerdo ni armonía, no hay programa, nada pre-establecido: todo está librado al azar, lo que en lógica modal se llama 'contingencia'. Nadie se salva. ¿Por qué esta es fatal, es decir, necesaria"[iii]. Del lado mujer, en tanto universal, La mujer no existe, sólo se puede tener en cuenta una a una; "ella no toda es"[iv] y pues en tanto mujer "no puede decirse"[v] y que no hay un saber que la pueda recubrir.
 
Lacan no dejará de considerar a la Madre en relación al Deseo de la Madre. En efecto, en el Seminario XVII, al hablar de la madre, Lacan lo relaciona directamente con el deseo materno. Entonces, al entrar en relación quiere decir que apunta y se dirige al falo y al objeto –en el mejor de los casos– dejando la soledad propia de la mujer: "¿Qué hay de su posición respecto a ese retorno con que se realiza la relación sexual, o sea, un goce, que el discurso analítico ha precipitado como función del falo cuyo enigma se mantiene intacto puesto que sólo se articula con hechos de ausencia?"[vi]. Lacan en este punto no deja de invocar, en relación a la madre, el deseo de la madre: "El papel de la madre es el deseo de la madre. Esto es capital. El deseo de la madre no es algo que pueda soportarse tal cual, que pueda resultarles indiferente. Siempre produce estragos. Es estar dentro de la boca de un cocodrilo, eso es la madre. No se sabe qué mosca puede llegar a picarle de repente y va y cierra la boca. Eso es el deseo de la madre"[vii].
 
Entonces, decir que la mujer entra en la relación sexual como madre significa que la mujer, que no se puede decir y que no se sabe lo que es, esa inconsistencia, al ingresar en la existencia de la relación sexual que no hay, entra en las vestiduras del deseo materno. Consecuencia precisa: con la madre se hace existir la relación que no hay. Es una entrada también en el inconsciente que la ubicará en el lugar de madre: "si la libido sólo es masculina, nuestra querida mujer, sólo desde donde es toda, es decir desde donde la ve el hombre, sólo desde ahí puede tener un inconsciente. ¿Y de qué le sirve? Le sirve, como es bien sabido, para hacer hablar al ser que habla, que se reduce aquí al hombre, o sea para no existir más que como madre"[viii]. La posición de madre es sensible a la castración, a diferencia de la posición femenina, puesto que el hijo es ubicado en lugar de falo[ix].
 
2. "Gracias a la escritura; (…) porque ahí se demostrará que el goce de la mujer se apoya en un suplir ese no-toda"
 
La escritura, en este seminario, "es una huella donde se lee un efecto de lenguaje"[x]. Sin embargo, ya no se refiere Lacan a la lingüística sino a la letra en la escritura que se lee. Lacan indica que la no relación sexual y la mujer tienen relación directa con la escritura pues "hay algo en la mujer que escapa al discurso[xi] y que indica lo ilimitado del no-todo. La escritura no es para ser comprendida: "todo lo que está escrito parte del hecho de que será siempre imposible escribir como tal la relación sexual"[xii]. Se escribe lo que no se puede decir, "se escribe en torno a aquello que no se puede decir, la relación sexual, el goce femenino, la mujer: el goce Otro"[xiii].
 
En las fórmulas de la sexuación Lacan distingue dos lógicas de los seres hablantes en relación a la función fálica: el no-todo está del lado femenino y el todo con la excepción del masculino. La lógica del no-todo está caracterizado por lo ilimitado, una lógica abierta que no constituye ni conforma un conjunto, solo se puede decir una por una. Entonces, indicar que el "Goce de la mujer se apoya en un suplir ese no-toda" subraya en primer lugar que hay una diferencia entre la mujer y este goce, pero con un punto de conjunción: que el goce mismo de la mujer, "ese goce que se siente y del que nada se sabe"[xiv] es suplementario de ese no-toda. Es suplir y no complementar, apuntando al goce suplementario –a diferencia del goce fálico­– que mantiene lo ilimitado del goce respecto del límite del falo y que conserva el no-toda como objeto en relación al partenaire-síntoma. Es este mismo "goce [femenino] que la hace no-toda"[xv],  y "que la hace en alguna parte ausente de sí misma, ausente en tanto sujeto"[xvi]. Dicha ausencia da cuenta de la soledad estructural, así como también del punto de ignorancia radical, un modo femenino ante la pasión de la ignorancia que se manifiesta en un saber no-todo[xvii].
 
Y entonces, cuando aparece el hijo o alguien en dicho lugar, ¿qué podría suceder con el goce? Podríamos decir preliminarmente que "el goce del hijo –ambos genitivos– no sería compatible con el goce extático, 'loco', enigmático, extraviado, de lo femenino"[xviii].
 
3. "La mujer encontrará su tapón de ese a, qué será su hijo"
 
En el caso de La mujer que no existe, no-toda: "del lado de La mujer, está en juego otra cosa, y no el objeto a, en lo que viene a suplir esa relación sexual que no es."[xix]. Sin embargo, puede el hijo ocupar ese lugar de tapón de ese a, que se articula al lugar de S(A/): "ese lugar de la A al mostrar que como lugar no se sostiene, que hay allí una falla, un agujero, una pérdida. El objeto a viene a funcionar respecto de esa pérdida"[xx]. En ese punto, la mirada de la madre dirigida hacia el niño será crucial en su lugar de objeto: "El niño mirado, sí tiene el a. ¿Tener el a, es el ser?"[xxi].
 
Por más que el imaginario intente recubrir y colmar la hiancia entre el Uno y el Otro, entre la madre y el hijo por vía de las diversas escenas, ilusiones e incluso la angustia vivida con motivo del otro, en nombre del amor, no se recubre la inadecuación de la existencia ante la ausencia de relación sexual entre madre e hijo. Así como el niño colma, es esencial que divida dice Jacques-Alain Miller: "es esencial que la madre desee más allá del niño"[xxii]. No obstante, si colma en exceso, eso más bien angustia a la madre y esto encarna más la ausencia o dificultad del deseo en tanto mujer, bajo la lógica que falta la falta.
 
Hay otras diversas formas de tapón del a: una fórmula es que encarne el fantasma de la madre, ocupando un lugar de objeto inanimado, encarnando la forclusión materna; otra forma es la fetichización que introduce la "perversión normal" –dice Miller– por parte de la mujer, es lo que se llama amor materno, que puede llegar a la fetichización del objeto infantil. Este "fetiche infantil sólo es normal si no lo es todo para el deseo de la madre"[xxiii]. Por otra parte, Miller indica que esta "fetichización normal", entre comillas, del niño con una condición: "que el deseo materno se inscriba en su norma macho". Toda-madre ubica el tapón en un lugar donde lo ilimitado del goce femenino irrumpe y extendiéndose en el capricho materno que no se ordena en base a la castración, capturando al hijo en una relación dual y articulándose en torno a ideales maternos[xxiv].
 
Por lo tanto, es necesario que el lugar del "niño en la madre no sature la falta en la cual se sostiene su deseo"[xxv]. Y ¿qué quiere decir esto? Que la madre "sólo es suficientemente buena si no lo es demasiado, sólo lo es a condición que los cuidados que prodiga al niño no la disuadan de desear como mujer"[xxvi].  Dicho en términos de Lacan, un tapón que al mismo tiempo divida y no colme del todo; donde haya una cierta hiancia entre el niño y el objeto a. Un hijo no-todo, que implica negativización del falo imaginario, no tapando la división y la consecuente pérdida de goce todo en torno a este hijo, desarticulándolo de ideales materno universalizantes y, por ende, con la posibilidad que madre pueda operar bajo una forma "de un deseo que no sea anónimo" y que implique la "humanización del deseo"[xxvii].
 

 


[i] S. Cottet, Lezione II, en L. Biondi & G. Pazzaglia (a cura di) Amore domanda amore …Encore. Jacques Lacan Il Seminario XX Ancora 1972-1972. Rímini, Panozzo, 2018, p. 41.  

[ii] J. Lacan, Seminario XX Aún, Buenos Aires, Paidós, 1995, p. 30.

[iii] J.-A. Miller, "contratapa" de J. Lacan, Seminario 19 …o peor, Buenos Aires, Paidós, 2012.

[iv] J. Lacan, Seminario XX, op. cit., p. 89.

[v] Ibid, p. 100.

[vi] Ibid, p. 52.

[vii] J. Lacan, Seminario XVII, Buenos Aires, Paidós, 1992, p. 118.

[viii] J. Lacan, Seminario XX, op. cit., p. 119.

[ix] M. Barros, La madre. Apuntes lacanianos. Buenos Aires, Grama, 2018, p. 48.

[x] J. Lacan, Seminario XX, op. cit., p. 147.

[xi] Ibid, p. 44.

[xii] Ibid, p. 46.

[xiii] C. Menghi, Lezione V, en L. Biondi & G. Pazzaglia, op. cit., p. 101.

[xiv] J. Lacan, Seminario XX op. cit., p. 93.

[xv] A. Rubistein, Non-tutto, en Attualità Lacaniana. Rivista della Scuola Lacaniana di Psicoanalisi N°10, FrancoAngeli, Milano 2009, p. 235.

[xvi] J. Lacan, Seminario XX op. cit., p. 47.

[xvii] C. Menghi, Lezione V, en L. Biondi & G. Pazzaglia, op. cit., p. 103.

[xviii] M. Barros, La madre… op. cit., p. 51.

[xix] J. Lacan, Seminario XX op. cit., p. 78.

[xx] Ibid, pp. 39-40.

[xxi] Ibid, p. 121.

[xxii] J.-A. Miller "El niño, entre la mujer y la madre". Lacan Siglo XXI. Revista FAPOL on line, N°4 2017.

[xxiii] Ibid.

[xxiv] Ana Lydia Santiago, "Ideal Materno", Scilicet Las psicosis ordinarias y las otras bajo transferencia. XI Congreso AMP. Buenos Aires, Grama 2017, pp. 202-204.

[xxv] J.-A. Miller "El niño, entre la mujer… op. cit.

[xxvi] Ibid.

[xxvii] J. Lacan, Nota sobre el niño, Otros escritos, Buenos Aires, Paidós 2012, p. 393.

 


 


DialogArte

Blackmirror: cuerpo-pantalla/cuerpo-organismo.
Por: Luz Adriana Mantilla. Asociada NEL-Bogotá

La serie Blackmirror, en un episodio llamado Arkangel
[1]introduce pensar el dispositivo tecnológico como rol de lo materno, los gadgets de la ciencia y el mercado al servicio de la maternidad. El título Arkangelintroduce el sarcasmo al que enfrenta la serie, la cual plantea en un futuro hipotético (quizá no tan lejano) dominado por lo tecnológico, la creación de un dispositivo que se introduce en el cuerpo del infante y que funciona como un ojo absoluto[2]como plantea Wacjman, un ojo que mira constantemente. Con el dispositivo conectado a una tablet, la madre puede ver todo sobre su hija, desde signos vitales y descompensaciones biológicas hasta ser el ojo desde donde ella observa el mundo.

Por si fuera poco, además de este vigilar sin límite, la madre puede ejercer control pixelando toda imagen que considere traumática, todo en aras de un bien: proteger como un ángel guardián que custodia en todo momento y,por tanto, elide el surgimiento de la subjetividad e introduce el horror ante ese mundo hipotéticamente perfecto.
[3]Ante lo ineludible del trauma, surge lo fragmentado, lo desregulado, también lo sin palabra, esto porque el dispositivo oblitera la palabra en tanto intento de subjetivar al otro. La madre asume todo lo que ve como real, como Wajcman indica, hay un salto del deseo de ver a la idea de que todo puede verse. Surge aquello que se escapa al marco de la tablet con la que se vigila y controla, la madre es una presencia absoluta en la ausencia de palabra que simboliza.

Marie-Hélène Brousse refiere que la ciencia ha cambiado la relación que se tiene con el cuerpo: "La angustia se alimenta con el saber del organismo […] Es como si los seres parlantes cada vez necesitaran más y más información para hacer de barrera frente a la angustia, al caos orgánico."
[4]Así, la angustia que se encuadra con el saber científico, deja una pregunta por el cuerpo, el "caos orgánico" remite al exceso como trauma y la fragilidad de la imagen del cuerpo que puede convertirse en cuerpo fragmentado. Lo tecnológico, es lo que responde hoy ante la angustia sobre el rol materno, no sólo respondiendo con aquello que se intenta homogenizar en el infante, sino con identificaciones efímeras que reducen el rol de la madre a una pura captura imaginaria en las pantallas informativas de la ciencia, que intenta hacer calculable lo que hace agujero, repararlo incluso, en vez de introducir una manera de arreglárselas con el mismo.
 
Un arcangel estragante: El deseo de la madre y la separación impedida.
Por: Florencia Reali. Asociada NEL-Bogotá

Desde la ciencia ficción, el capítulo Arkangel
[1]de Black Mirror ilustra, por un lado, lo aterrador de la vigilancia hipermoderna, y por otro, lo estragante que puede llegar a ser el deseo de una madre. Se trata de una madre angustiada, temerosa de perder de vista a su hija, y que gracias a la ciencia logra verla sin límites. Hace implantar un dispositivo en el cerebro de su hija que le permite ver a través de sus ojos. Lo que la hija mira, la madre lo ve en la pantalla de una tablet. Además de recibir su mirada en la pantalla, recibe información sobre su cuerpo en cifras: nivel de cortisol (un marcador de stress), nivel de dopamina, etc.

Este escenario ficticio representa la encarnación de la separación impedida. En el seminario 11, Lacan
[2]dice que para que el sujeto encuentre su deseo, es necesario que ocurra la operación de separación, que permite salir del eclipse de la alienación. En la separación, el deseo de la madre juega un papel, en tanto que la pregunta por el deseo de la madre posibilita la metáfora paterna.

Si bien la condición deseante de la madre es necesaria – es función estructurante – el problema es que el deseo materno nunca se presenta en su justa medida: o está en falta o está en exceso, causando estrago. Trayendo la metáfora de Lacan
[3], el deseo de la madre es un cocodrilo que no se sabe qué mosca va a picarle de repente y cierra la boca. ¿Cómo hacer para que el deseo materno no cause estragos en exceso?¿Cómo lograr que el cocodrilo no cierre la boca? Jacques Allan Miller[4]destaca que es necesario que la maternidad no sature completamente la falta en el orden del deseo, es decir, el niño no debe serlo todo para la madre. Es preciso que prevalezca el deseo de mujer. Para no ser devorado por el cocodrilo, el niño necesita ser un "no-todo". Cuanto más colma el hijo a la madre, más la angustia, siguiendo la fórmula de la angustia como la falta de la falta[5].

La madre Arkangel es una madre angustiada – la niña lo es todo – y para hacer frente a esa angustia, recurre a la ciencia todopoderosa, convirtiéndose así en madre todopoderosa de mirada absoluta. 

 


[1]Serie: Black Mirror, capítulo Ankangel (2017), dirigido por Jodie Foster.

[2]G, Wajcman. EL ojo absoluto. (2011 )(Buenos Aires: Manantial Ediciones).

[3]Me recuerda a la obra literaria de Huxley Un mundo felizdonde se plantea un futuro hipotético dominado por la ciencia la cual ha cumplido su mayor anhelo en torno a la garantía de un mundo perfectamente organizado en armonía y comodidad lo cual irónicamente lleva a su otra cara, el consumo devastador y la reducción subjetiva. 

[4]M, Brousse. Cuerpos lacanianos. (2014) (España:Editorial Universidad de Granada), 38.

 

 





Acompañamiento musical

La madre-muro
Por Juan Rodríguez. Asociado NEL Maracaibo
 
Mother es la sexta canción del famoso disco conceptual de Pink Floyd llamado The Wall, lanzado el 30 de noviembre de 1979. En 1982, la historia conceptual del disco, que sigue a un protagonista conocido como Pink y en torno de quien gira el contenido lírico del álbum, fue adaptada a un genial esfuerzo cinematográfico que hace acompañamiento al disco e ilustra muy bien ese muro que Pink va construyendo poco a poco e historiza sutilmente cada uno de los bloques que lo componen. 

En el tema Mothervemos al compositor Roger Waters lidiando con los efectos duraderos de la posición asfixiante que representa esa madre. El resultado es una composición en sol mayor que hace un giro a una cadencia del IV al I grado en do mayor para los coros, cambio que refleja además el lugar de donde vienen las palabras pronunciadas en las estrofas, compuestas por preguntas de Pink a su madre, y aquellas de los coros, compuestos por las palabras de esa madre.  

Al igual que a nivel sonoro, a nivel lírico la canción es tan sutil como inquietante. En el primer verso, cantado desde un lugar que sugiere la inocencia de la primera infancia, Pink comienza con preguntas en torno a un "they" indefinido, una demanda de sentido del Otro. En lugar de una respuesta de sentido a esas inquietudes, lo que esa madre ofrece es tomarlo como objeto, introducir en él todos sus miedos, nunca dejarlo volar, solo tal vez cantar. Finalmente responde a una de esas preguntas del primer verso: "por supuesto que mamá va a ayudar a construir el muro". 

En el segundo verso conseguimos una nueva serie de preguntas, ya no pronunciadas desde el lugar de un niño inocente, sino desde aquel adolescente que comienza a encontrarse con la sexualidad. Las preguntas giran entorno ahora a un "she", a esa pareja que busca. En el coro, de nuevo, no hay una respuesta de sentido a las preguntas, sino que se pone de manifiesto una posición de la madre que la introduce como un todo y únicoregulador de cada una de las relaciones del sujeto. La madre es efectivamente el muro.

La canción, en el film representada como un recuerdo del Pink adulto, termina con una última pregunta, la única formulada en pasado, como aquello que ya está hecho, frente a lo cual nada puede hacerse ahora, y que refiere al muro que lo aliena de la vida: "Madre, ¿necesitaba ser tan alto?"


https://www.youtube.com/watch?v=VqkXbD6L61Q

 


Mother
Mother, do you think they'll drop the bomb? 
Mother, do you think they'll like this song? 
Mother, do you think they'll try to break my balls?
Mother, should I build the wall?
Mother, should I run for president?
Mother, should I trust the government?
Mother, will they put me in the firing line?
Mother, am I really dying?
Hush now baby, baby, don't you cry.
Mother's gonna make all your nightmares come true.
Mother's gonna put all her fears into you.
Mother's gonna keep you right here under her wing.
She won't let you fly, but she might let you sing.
Mama will keep baby cozy and warm.
Ooooh baby ooooh baby oooooh baby,
Of course mama'll help to build the wall.


Mother, do you think she's good enough -- to me?
Mother, do you think she's dangerous -- to me?
Mother, will she tear your little boy apart?
Mother, will she break my heart?
Hush now baby, baby don't you cry.
Mama's gonna check out all your girlfriends for you.
Mama won't let anyone dirty get through.
Mama's gonna wait up until you get in.
Mama will always find out where you've been.
Mama's gonna keep baby healthy and clean.
Ooooh baby oooh baby oooh baby,
you'll always be baby to me.

Mother, did it need to be so high?

 
 

Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano
www.nel-amp.org | [email protected]